viernes, 28 de febrero de 2014

Tercer Cuento para el desafío de Lectura

El Cascanueces y el rey de los ratones, siendo una historia que  yo conocia únicamente por sus adaptaciones para la pantalla, por ejemplo Barbie tiene una versión muy bonita de esta historia, decidí adquirir un libro que traía la versión original publicado por la Editorial Pictus, con una muy buena información adicional que incluye la biografía del autor. 
Fue escrito por Ernst Theodor Amadeus Hoffmann en 1816, en alemán el titulo es
 Nussknacker und Mausekönig
 El cuento de se convirtió en un clásico navideño y adquirió fama mundial gracias al ballet, esta mágica historia inspiró al compositor ruso Piotr Ilich Chaikovski quién le puso melodía a cada una de las escenas convirtiéndolo en una pieza de arte en 1892 .


Sinopsis 
Entre todos los regalos de Navidad, María y sus hermanos reciben un cascanueces. Y como a María le agrada tanto, es nombrada su protectora especial. Esa misma medianoche, un terrorífico ejército de ratones, encabezado por el Rey de los ratones, invade un salón de la casa y el Cascanueces junto con el resto de los muñecos se encargan de la defensa en una batalla campal. Pero una batalla no es la guerra, y el Rey de los ratones no está dispuesto a declararse vencido. Sin embargo, gracias a la inmensa bondad y ternura de María, el Cascanueces vencerá al rey de los ratones, quebrando así el hechizo que, debido a una antigua venganza, ocultaba bajo su apariencia a un apuesto joven.


"Todo el tiempo había seguido cargando en brazos al Cascanueces herido envuelto en su pañuelo"

Dentro del cuento hay otro cuento se trata de "El cuento de la nuez dura " nos relata la historia de la princesa Pirlipata y el origen del infortunio del joven Cascanueces.
Una Reina ratona que cobra venganza, un ejercito de ratones que somete a pueblos de azúcar y caramelos, y una niña que se enamora de un muñeco de madera, todo esto ocurre en un marco navideño.
Bella historia que no se limita a un público infantil.



Para seguir dándole paso a la magia...el ballet 



lunes, 24 de febrero de 2014

IMELDA MAY

Johnny's Got A Boom Boom


I LOVE PIN UP ♥ Princesas Disney

Tatuajes y Rockabilly 
que tal el estilo del pin up en esta versión de las princesas

Rapunzel 


Blanca Nieves

Megara

Yasmine

Aurora 


Pocahontas




sábado, 22 de febrero de 2014

Un beso para despertar a un príncipe durmiente

Temo tus besos, gentil doncella.
Tú no necesitas temer los míos;
Mi espíritu abrumado en el vacío,
No puede atormentar el tuyo.

Temo tu porte, tus gestos, tu razón.
Tú no necesitas temer los míos;
Es inocente la devoción y el sentido
con los que te adora mi corazón.

I fear thy kisses poema de Percy Shelley (1792-1822)

 Obra de Ala

viernes, 21 de febrero de 2014

Nuevos Cuentos para la lista del desafío de Lectura

Crece la lista con tres cuentos nuevos. El desafío exige unos 10 cuentos. Espero poder incorporar Cinder y Scarlett de Marissa Meyer, hay muchas posibilidades que estas novelas basadas en cuentos de hadas lleguen esta año a Argentina.



Los nuevos títulos son :

LA  SIRENA DEL RIN     DE  ALEJANDRO DUMAS  (PADRE)

LA ROSA DE LA ALHAMBRA     DE  WASHINGTON IRVING

El tercero lo encontré dentro de unas antigua revista de arte, cultura y arquitectura una suerte que este completo, el primero Melusina es una historia medieval que sienta las bases de los seres fantásticos de otros cuentos de hadas que se escribieron después.
Le tomé una foto a la revista , posee letras grandes en páginas gigantes, una agradecida comodidad para mis ojos, tuve mucha suerte de dar con esa publicación.


viernes, 14 de febrero de 2014

Un amor, una tragedia y una maldición

El pueblo de las mariposas negras




Hola...UNO...DOS...TRES... probando sonido....OK vamos.

-Estamos en un pequeña comunidad, cuya ubicación geográfica prometimos al intendente municipal no revelar, para preservar la tranquilidad de los habitantes. Éste lugar vivencia cada noche un suceso tan impresionante que a muy pocas personas se les permite ingresar al pueblo, por años ha sido una prioridad de las autoridades evitar el posible asedio de turistas. Sólo una pareja de científicos realizó investigaciones del fenómeno, y nosotros hemos tenido la suerte de obtener los permisos para realizar un documental que les contará a ustedes, la historia de: El Pueblo de las mariposas negras.

-¡Corten!- ordenó Adrián – ¡Muy bien Samanta! Ahora veamos si tenemos suerte con la entrevista.

Adrián y Samanta tenían que arreglarse sin un equipo de técnicos, ni ayudantes de ninguna clase; esto hacia bastante precaria la producción, pero la autorización detallaba que únicamente ellos dos y nadie más, registrarían el fenómeno. Después de insistir por varios meses consiguieron convencer al intendente del pueblo de filmar, argumentando que si se conociese la extraña actividad de los insectos, fácilmente se conseguirían donaciones para realizar importantes obras en la localidad.


Pero el singular fenómeno no se trataba solamente de una manifestación de la naturaleza, estaba vinculado a la historia de un vecino que había vivido con su familia durante muchos años y resultaría una simple leyenda local sino fuese, porque todavía quedaba un testigo presencial de la razón que había provocado la llegada de las mariposas negras.
Ramona era una simpática abuela, que recibió a los jóvenes con una cálida amabilidad. A la anciana le entusiasmaba la idea de poder compartir aquellos hechos presenciados, cuando apenas ella tenía unos catorce años. Su creciente temor, acentuado por su edad, era morir y llevarse pecados ajenos a la tumba; contarle todo a un par de personas que no pertenecían al pueblo, en cierta forma, la tranquilizaba.
Samanta, cada vez que sucedía algo extraordinario, acompañaba a Adrián; ambos eran parte de la producción de un programa televisivo donde se investigaban eventos paranormales y lo que sucedía en la zona donde se encontraban, podía ser lo más increíble que hubiesen registrado hasta ahora. Gracias a su simpatía, Samanta enseguida congenió con Ramona, facilitando el comienzo del relato.

-Cuando yo tenía catorce años fui a trabajar con mi madre a la hacienda de Don Francisco Esquevedo, era el dueño de todos los campos de esta zona. Mi madre había sido su cocinera durante muchísimos años. El patrón era un viudo rico que vivía con su única hija, la niña Eldina. Ella, en ése entonces, había cumplido los diecisiete años y como toda jovencita tenía su noviecito. Un chico que trabajaba en el almacén.

Ramona no recordaba el nombre del chico o directamente no lo sabía, porque aquel noviazgo era clandestino. La relación se mantenía a escondidas del padre de Eldina, hasta que un día, el muchacho se presentó en la casa preguntando por la chica.
Según la anciana, ese día fue un tremendo escándalo nunca visto en la hacienda. Eldina estaba en la casa en plena clase con su profesor de francés, cuando escuchó los gritos de su padre furioso llamándola. El progenitor la hizo salir y la interrogó frente al pretendiente. Don Francisco insistió varias veces para saber si ella lo conocía o tenía alguna amistad con el ayudante del almacén.
Ella, negó asustada saber quién era o haber hablado alguna vez con el joven cuando iba hasta el pueblo. Comenzó a llorar, suplicando que su padre le creyera y negando las palabras amorosas del muchacho que le rogaba admitir la relación.

Su padre la envió de regreso a su clase de francés y llamó a los peones para que le dieran una buena paliza de advertencia al empleado, ahí mismo frente a la casa. Eldina desde el primer piso pudo ver como golpeaban a su amor. Se mantuvo en silencio, seguramente pensó que al negar conocerlo lo dejarían irse en paz. Pero ahora confirmaba con sus propios ojos el carácter de su padre, nadie podía amarla. El joven maltrecho escupió la tierra y se fue de vuelta para el pueblo.

-Entonces, la niña demostró que ya no era la pequeña de su papá- dijo Ramona sonriendo-, ése viejo creía que podía ser dueño de las tierras y de las personas; a todos nosotros nos miraba como si fuésemos animales destinados a servirle. Su hija ya no le tenía miedo, y dos noches después de la paliza, ella se escapó de la casa.

Ramona tosió y Samanta fue a buscarle un vaso con agua. Después de beber, la anciana expresó con nostalgia:
-Era una mujercita inteligente. Encontró la forma de evadir a los peones que hacían guardia. Sabía que siempre alrededor de la medianoche se acomodaban en un rincón y se dormían con sus escopetas bajo el brazo.

Sin pensar en las consecuencias, Eldina, pasó toda la noche con su novio quizás para disculparse, para hallar una forma de estar con él, o para hacerle entender que debía abandonarlo; aunque Ramona se inclinaba por la primera idea, porque si quería dejarlo no se hubiese arriesgado de esa forma. De todas maneras esa noche no decidió fugarse y regresó a la casa asegurándose que nadie la reconociera en la calle.




-Eldina se vistió con la ropa de su amante; se puso los pantalones y una camisa a cuadros de hombre. Escondió su cabello dentro de una gorra, así vestida lucia igual que cualquier muchacho del pueblo y en medio de la noche comenzó a caminar por el campo para regresar a su casa. Era una noche de luna llena, de esas lunas plateadas enormes que iluminan todo, a Eldina la claridad le permitía ver el camino, y esa misma luna también, le permitía desde la casa a su padre ver qué alguien había entrado en la hacienda…

Ramona bajó la voz. Parecía temer que sus palabras la condenen ante Dios. Suspiró y prosiguió relatando con detalle los acontecimientos:

-El viejo reconoció esa figura que transitaba por su casa, y sin pensarlo dos veces, tomó su escopeta y le disparó. Él era famoso en la zona por su buena puntería. Le dio con una sola bala en la cabeza al intruso. Los perros salieron corriendo con el estruendo del disparo, ladrando enloquecidos buscaron a la víctima, pero los animalitos cuando llegaron hasta el cuerpo enseguida se dieron cuenta de la atrocidad que había sucedido y se pusieron aullar.
Todos nos despertamos. Mi patrón gritaba: “¡Ése cretino sabía bien que no debía regresar!”


La anciana se detuvo, buscó su pañuelo en el bolsillo de su vestido, para secar las lágrimas que le rodaban por la mejilla.

-Hagamos un pequeño descanso-ordenó Adrián.

Algunos minutos después Ramona estaba lista para relatar la parte más macabra de la historia.

-Cuando le sacaron la gorra al cuerpo del muerto, quedó al descubierto todo el hermoso cabello de la niña, estaba todito empapado de sangre. Yo me desperté por los gritos mi madre y de los criados.
Llamaron al comisario que vino junto con el juez y los dos hablaron con Don Francisco. A nosotros nos dijeron que se trataba de un terrible accidente, no iban a detener al desconsolado padre, para todos era mejor guardar luto y estar atentos al patrón, por cualquier cosa que necesitara.
A las pocas horas, mientras estábamos en la casa preparando el sepelio de mi patroncita llegó el joven novio. Traía una cuerda en la mano. Les juro que pensábamos que iba a matar al patrón, pero no fue así. Gritando desesperado reclamó ver el cuerpo de Eldina.
El patrón quiso que los peones lo sacaran de la propiedad pero ellos desobedecieron y acompañaron al chico hasta dónde velaban a Eldina. Cuando salió de la casa se quedó sentando bajo el enorme árbol del patio diciendo: “¡No me iré hasta qué ése señor se entregue a la justicia!”





El patrón enfurecido le ordenó que se largara de sus tierras. El joven jugaba tranquilamente con la cuerda sin dejarse intimidar y permaneció en el mismo lugar durante una semana.
Don Francisco cansado de verlo le pidió al comisario que lo detuviera, pero no había cargos en su contra y el comisario sabía que si se lo llevaba detenido él diría que la niña Elena estaba muerta por culpa de su padre. Comenzaron a correr rumores llenos de dudas ¿Era realmente un accidente?

En aquel momento no sabíamos que la verdadera dueña de todas las tierras era su hija. Todo le pertenecía a ella por herencia de su madre. Don Francisco se había casado por conveniencia y su amistad con el juez evitaba que se levantara alguna denuncia en su contra.

- Entonces, Ramona ¿No se hizo ninguna investigación policial?- preguntó Samanta.


- Ni de la muerte de Eldina, ni de la desaparición del chico.


-¿El novio de Eldina desapareció? ¿Usted sospecha que lo mató Don Francisco?


-Es qué... ya había empezado la maldición de éste pueblo, señorita.


Adrián apretó sus labios detrás de la cámara, parecía que las autoridades del lugar estaban usando o inventando un hecho paranormal, para encubrir dos asesinatos.


-El chico no se iba y el patrón cada día maldecía más el tener que verlo sentado bajo el árbol. Exigió a los peones que lo mataran y lo enterraran. Nadie quería al viejo y pensaban que la hacienda estaba maldita para siempre. Al octavo día tempranito todos sus empleados se fueron, quedamos sólo mi madre y yo. Fue ésa la noche, la primera, que comenzaron a llegar unas mariposas negras gigantes. Se posaron en las ventanas y en los árboles, daba miedo ver como cubrían toda la hacienda. Cuando amaneció, ya no estaban las mariposas ni el muchacho. Don Francisco permaneció encerrado en su cuarto dos días y las mariposas siguieron apareciendo, tapando cada pedacito de la tierra y de la casa; al tercer día casi a medianoche escuchamos que abría la puerta. Don Francisco se ahorcó con la cuerda que había traído el novio de Eldina. Mi madre le encontró colgado del árbol de la entrada.

- Su patrón se suicidó y a pesar de ya no ejercer un poder sobre las autoridades del pueblo, siguieron sin investigar ¿No intentaron siquiera conocer el paradero del joven?


- No, y nunca pudimos saber su nombre real, porque tiempo después se supo que no trabajaba en el almacén. La casa fue abandonada, y si quieren vayan a ver, como cada noche aparecen las mariposas negras en la hacienda. Vuelan por el pueblo como un triste lamento, llevan la angustia en el color de sus alas reclamando justicia.

Samanta respiró profundamente, agradeció el relato a Doña Ramona y expresó unas palabras para la cámara. Ahora tocaba registrar la aparición de las mariposas.
Adrián y Samanta ingresaron alrededor de las diez de la noche en las tierras de Don Francisco y Eldina Esquevedo; miraron antes los alrededores, tal como había dicho Ramona todo estaba abandonado, el otro testigo de los hechos era el gigantesco árbol del patio frontal que permanecía como recuerdo de tanta amargura. Se acercaron a la casa. Puertas y ventanas estaban tapiadas con madera; inmediatamente buscaron una forma casi delictiva de entrar. Adrián con ayuda de un hacha pequeña rompió una puerta lateral por donde se ingresaba a la cocina. Adentro todo estaba en ruinas, se notaba que nadie ya la habitaba ni cuidaba el lugar.

-Quedémonos afuera y preparémonos para la llegada de los lepidópteros-indicó el muchacho.

Cuando el ocaso dio paso a la noche, ambos se prepararon para comprobar si la leyenda era real.

Las protagonistas no surgieron volando a mitad del cielo tal como esperaba Adrián, que miraba ansioso el firmamento estrellado. Unas manchas negras fueron excretadas de la tierra, como tinta derramada y esas manchas se removían y comenzaban a volar. Primero una, luego otra, hasta ser cientos y cientos de ellas.

-¡Dios mío de dónde salen!- exclamó Samanta.


Volaban libres cubriendo el campo y algunos grupos se dirigían al pueblo. Las luces que llevó Adrián para filmar permitían ver el detalle de sus alas negras, parecían tener escritas unas letras. Las mariposas se posaron sobre el auto, Samanta se estremeció visiblemente al sentir el aleteo en su cabello y aunque era una profesional no pudo evitar más de una protesta mientras trataba de hablar al micrófono.
De pronto los faros de otro vehículo sobresaltaron a los jóvenes. Era un automóvil policial.


- Imaginé que ya estaban aquí- dijo el oficial al descender.

- Tengo permisos para poder filmar dentro la propiedad- se apresuró a decir Adrián

- No se preocupe, no vengo a interrumpirlos sino a colaborar con la historia.


Un comisario que quiere lucirse ante las cámaras, pensó inmediatamente, le daré su minuto de fama.stá encendida oficial, díganos su versión sobre estos animalitos-le dijo el muchacho.

Ni Adrián ni Samanta imaginaban que habían dado, sin buscarlo, con otra pieza importante del rompecabezas.

- Todos en el pueblo dicen que nadie conocía al novio de la señorita Eldina, pero yo si sabía quién era. Era mi primo, sobrino directo de mi papá y vino al pueblo para enamorar a la señorita y quedarse con su fortuna.


Apenas terminó de decir la última frase se desató un fuerte viento que anunciaba la proximidad de una tormenta.

- ¡Vamos adentro oficial!- exclamó Adrián juntando todo con ayuda de Samanta.

Dentro de la casa reinaba la oscuridad, pero no querían perderse el testimonio del comisario, si esperaban hasta el día siguiente cabía la posibilidad que se arrepintiese de involucrar a su familia.
Exactamente, el novio de Eldina era sobrino del padre del oficial, en aquella época ocupaba el mismo puesto de su hijo. Al principio era un juego seducir a Eldina, pero la noche que ella se escapó para estar con él, el muchacho, se enamoró de verdad. Sin embargo, el asesinato de la joven fue demasiado. Para desgracia de Eldina, su padre descubrió aquella noche que se había escapado y la espero, porque pensaba matar a los dos juntos cuando regresaran o salir a buscarlos si no lo hacían. Se trataba de una trampa preparada entre Don Francisco, el comisario y el juez local que era un gran amigo del victimario.

-Por eso nunca investigaron el caso de la señorita Eldina-dijo el oficial-,mi padre arregló todo con autorización del señor juez.

La tormenta comenzó a sacudir la casa. Algunas tablas de las ventanas cayeron y los vidrios resultaron frágiles para el viento que rugía. Las mariposas encontraron la forma de ingresar al interior y rápidamente sus alas fueron cubriendo todas las paredes.

- ¿Y Don Francisco se suicidó después de matar a tu primo?- quiso saber Samanta


- No señorita, a ellos dos, los mataron las mariposas. Siempre he creído que el cuerpo del chico debe estar por algún lugar de éste campo y al viejo en la autopsia, le quitaron doscientas mariposas del estómago.


- No hacen daño. Estuvimos en medio de ellas y no atacan- comentó la muchacha.

Adrián se acercó a una que estaba apoyada en la pared, sacó una linterna pequeña de su bolsillo como una filigrana se leía escrito en las alas “menteur”.

-Mentiroso, en francés- dijo Adrián

Pero... ¿Quién era el mentiroso? ¿Su novio? ¿Su padre? ¿El comisario o los tres juntos?

- ¡Rápido tenemos que irnos y filmar a dónde específicamente van las mariposas!-ordenó Adrián- ¡Debemos seguirlas al pueblo!

Las mariposas tenían un rumbo fijo, tal como pensó el joven, porque extrañamente además de cubrir las calles, la mayoría permanecían pegadas en las paredes del hospital.

El oficial los siguió a corta distancia con su patrullero, y al llegar les recomendó:

- ¡No entren a ese lugar! Sus permisos no les sirven para ingresar al hospital si lo hacen tendré que arrestarlos.

- ¿Quiere decir que alguien importante de la historia está dentro del hospital?-sugirió Samanta

- Permanece en coma desde hace varios años, es el juez del pueblo y es el padre de nuestro intendente. Nosotros somos parte de la maldición, cada uno que vive aquí fue maldecido por las mariposas negras ¿no se dieron cuenta qué no hay niños ni tampoco hay adolescentes? Ninguno de los que hemos crecimos y todavía vivimos en éste lugar tuvimos hijos. Desde la muerte de Eldina jamás nació otro niño, a pesar de los cuidados médicos, cuando aparecen las mariposas negras las mujeres pierden sus embarazos.

Una enfermera pasó apurada junto a ellos, debía tener unos cincuenta años de edad. El comisario no mentía. Todos eran personas bastante mayores en el pueblo. Ante la insistencia de los jóvenes para hablar con algún médico del hospital, el comisario expresó que nada lograrían porque las mariposas desaparecían con el amanecer sin dejar rastro. Y les recordó que solamente podían filmar en la hacienda de la familia Esquevedo.
Adrián y Samanta temiendo que incautaran sus filmaciones se fueron. Les quedaba intentar explicar una historia, donde había una víctima y al parecer con varios culpables de su muerte. Un desaparecido y una especie de pacto secreto que involucraba a las principales autoridades. Y en medio estaba la presencia de las mariposas, que en forma de venganza ante la falta de justicia, no permitían descendencia a quienes eran testigos o cómplices de la tragedia.

Si se trataba de una maldición, es sabido que las maldiciones suelen mantenerse en el lugar de origen, mientras no intervenga ningún foráneo.
Esa noche, Samanta, que no sabía que estaba embarazada, comenzó a sentir un hilo de sangre que se deslizaba por su entrepierna.



  FIN ?



Este relato pertenece a un futuro proyecto llamado:
El pueblo de las mariposas negras y otros susurros de la oscuridad




AUTOR : MENTEIMPERFECTA © Adriana Cloudy  Todos los derechos Reservados

miércoles, 12 de febrero de 2014

Elisabeth el músical

Estuve disfrutando esta obra dedicada a uno de mis personajes históricos favoritos, Isabel de Baviera mejor conocida a través de la ficción como Sissi . La siguiente traducción pertenece a la canción que describe el alma y la mente de esta mujer, que se convirtió a los 16 años en la emperatriz de uno de los más poderosos imperios de Europa.

No voy a obedecer, a ser domesticada
Ni de buena conducta
Yo no quiero ser popular, humilde y engañada
Yo no deseo ser de su propiedad
Porque yo me pertenezco, a mí
Cuando camine en la cuerda floja
No me detengas sólo déjame intentarlo
Yo quiero caminar sobre el hielo
Incluso sin saber cuánto tiempo me sostendrá
¿Qué te importa lo que yo arriesgue?
Porque yo me pertenezco, a mí
Me enseñas dejándome sin nada
Entonces me obligas a huir del cansado deber
Si tratas de cambiarme, tan solo me soltaré
Y volaré, como un pájaro hacia la luz
Y si quiero las estrellas,
 yo encontraré por mi misma un camino hacia ellas
Permíteme crecer y aprender pero permaneciendo como soy
Lo quiero todo antes de perder
¡Porqué yo me pertenezco a mí!
Yo no deseo estar carga con deberes ni antiguas costumbres
Ni ser mirada de pies a cabezas por ojos curiosos
Yo volaré cuando sienta ojos extraños sobre mí
Porqué yo me pertenezco a mí
Si deseas encontrarme, entonces no me sostengas tan fuerte
Dar mi libertad, no es aplicable
Y si deseas subyugarme
Yo dejaré tu nido
Y bucearé como un pájaro dentro del mar
Estoy esperando amistad y buscando refugio
Yo compartiré las alegrías y las tristezas
Pero no demandes mi vida
Yo no te la daré
Porqué yo me pertenezco a mí
Sólo a mí.




Elisabeth das musical de Michael Kunze y Silvester Levay

El musical cuenta la historia de Elisabeth ("Sissi"), la emperatriz de Austria, de su compromiso y el matrimonio en 1854. Con su asesinato en 1898 a manos del anarquista italiano Luigi Lucheni, comienza un retrospectiva dónde se manifiesta su creciente obsesión con la muerte,  su matrimonio y su imperio se derrumbarán a su alrededor en el cambio de siglo.

Argumento

El espectáculo se abre en el "mundo nocturno de los muertos y los soñadores", donde Luigi Lucheni está siendo interrogado por un juez del por qué ha asesinado a la emperatriz Elisabeth. Lucheni afirma que él no hizo más que lo que quería Elisabeth para sí misma, ya que toda su vida ha Elisabeth estuvo enamorada la muerte y la muerte de ella. 
Como sus testigos, Lucheni trae de vuelta a la aristocracia desaparecida y nos lleva al pasado, donde se desempeña como un narrador sarcástico de los acontecimientos que conducen a la transformación de la  dulce e inocente Sissi a la venerada e infame Elisabeth, Emperatriz de Austria y Hungría, y su descenso a través de los años posteriores hasta su asesinato.

A una edad temprana, Sissi, quien creció en un entorno aparentemente sin tristezas, experimenta su primer encuentro con la muerte, inicia entre ellos una historia de amor-odio que abarcará toda su vida. Lucheni afirma que cuando Francisco José, emperador de Austria, eligió a Elisabeth como su novia (la única vez que él decide oponerse a su dominante madre Sophie) comenzó una cadena de acontecimientos que finalmente derrocaron el imperio de los Habsburgo. 
Elisabeth  muy pronto llega a lamentar su aparentemente " matrimonio de cuento de hadas", como el mayor error de su vida. Ella se siente abandonada por un marido descuidado, psicológicamente abusada por su posesiva tía y madre politica. Sissi se sumerge en una depresión crónica debido a su soledad. Sólo hay una cosa que la mantiene estimulada emocionalmente, y es la oscura y sensual sombra de la muerte, pero Elisabeth se resiste a consumar su relación. Cuando la muerte se lleva a su hija pequeña, la tragedia sacude la joven emperatriz profundamente, pero ella se niega a ceder a la influencia de la Muerte.Después de que sus otros tres hijos, incluyendo su único hijo varón Rudolf, son apartados de su lado para ser educados por Sophie, Elisabeth  se convierte en una mujer fría y egoísta. Ella huye de la corte austriaca y pasa décadas sin descanso viajando por todo el mundo, tratando en vano de escapar de su miedo al vacío. Finalmente, Elisabeth hace las paces con su marido y encuentra un nuevo significado en su vida cuando ella ayuda a unificar Austria y Hungría, pero su nuevo propósito le hace descuidar su hijo psicológicamente delicado aún más que su propia madre. El joven Rudolf en una profunda depresión también comienza a vincularse con la Muerte .
Con el tiempo, la propia soledad de Rudolf y exigencias de su padre le hacen abrazar a la muerte, llega entonces el suicidio en Mayerling con su amante, María Vetsera. Este evento completamente rompe el corazón de Elisabeth y ella le pide Muerte sacarla de ese dolor,sin embargo, su amante despreciado ahora se niega a llevarla de este mundo.
Otra década pasa. Elisabeth todavía deambula de un lugar a otro,  vistiendo de luto permanente. Francisco José I la visita de vez en cuando, pidiendo su vuelta al hogar en Viena, creyendo firmemente que el amor es la respuesta a todos los dolores, pero Elisabeth se niega, alegando que a veces el amor no es alcanza lo suficiente para curar viejas heridas.
Por último, en una visión horripilante de la caída de la Casa de Habsburgo, Francisco José finalmente conoce a su misterioso rival. Es testigo de la muerte, ve tirar a Lucheni una daga, pero en su visión al ser aplastado por el peso de su escudo imperial, él no puede hacer nada para salvar a su esposa.
El 10 de septiembre de 1898, cuando se dirigía a bordo de un buque, en Ginebra, la emperatriz Elisabeth de Austria fue herida de muerte, al ser apuñalada en el corazón con un cuchillo burdamente improvisado. Mientras ella yace moribunda, muerte viene a reclamar su espíritu y la mata con un beso.






lunes, 10 de febrero de 2014

Las Hadas también roban niños

Estas mágicas criaturas parecen tener un especial interés por los bebes, una costumbre que compartirían con las brujas es el secuestro de infantes.
Procedían a el rapto de un pequeño humano para sustituirlo por uno de sus hijos. Se sabe que la raza élfica, a pesar de su longevidad, no es muy robusta y le cuesta perpetuarse, por ello tiene interés en añadir a sus linajes, a los niños humanos que son más fuertes que los élficos, dando así un nuevo vigor a su estirpe.
Aquellos humanos raptados de muy pequeños, se convierten en niños-hadas.




" El Hada Hechicera se lleva a todos los niños bretonianos con aptitudes mágicas. Las niñas pueden regresar como damiselas de la Dama, pero a los niños jamás se les vuelve a ver. Esta práctica tienen un efecto muy profundo en la sociedad bretoniana.
Normalmente se llevan a los niños siendo aún bebes, antes de que hayan aprendido a hablar. Las hadas pueden actuar en cualquier momento, pero nunca nadie las ve llegar ni marcharse. A veces el niño desaparece de la cama que comparte con su madre, otras veces se desvanecen de la cuna cuando su madre les de la espalda. No importa cuánto intenten reunir ánimos para seguir adelante, esto siempre supone un golpe devastador para los padres.
A los niños no se les pone nombre hasta que pueden hablar, para evitar bautizar a alguien que luego va a ser llevado. En la mayoría de las regiones, los padres esperan a que el niño haya nombrado a ambos, es decir, que haya dicho "mamá" y "papá", pero en algunos no se pone nombre al niño hasta que no ha pronunciado una frase completa. La primera costumbre suele hacer que los bebés desaparezcan antes de recibir un nombre, pero para entonces la mayoría de padres ya desean dar un nombre a sus hijos."


La elección se dirige especialmente hacia los varones, aunque ocasionalmente también se apoderan de niñas; por ello las madres de antaño, para engañar a las hadas, vestían a sus hijos de niña, les dejaban crecer el cabello y los llamaban con apodos femeninos.Igualmente eran más vulnerables los niños no bautizados, que al carecer todavía de nombre humano no estaban integrados totalmente en esta comunidad, lo que les exponía más fácilmente a la merced de los elfos. Por esta razón al neonato no bautizado los padres lo rodeaban de amuletos que impedían el paso a las hadas, tales como: Tijeras abiertas en la cabecera de la cuna, los zapatos del padre atravesados en la camita del niño, una ristra de ajos y serbal suspendidos en la habitación donde se hallaba la criatura.

Pero si a pesar de todas las precauciones el hada raptora ha logrado colocar a su elfo en la cuna del niñito, los padres de éste no se darán cuenta de inmediato, gracias al encantamiento, pero tampoco tardará mucho el engaño en manifestarse, pues el pequeño elfo no conserva por mucho tiempo la apariencia humana y vuelve a su aspecto real, es decir, el de pequeño esmirriado, deforme y arrugado, pues las hadas sólo se deshacían de sus hijos menos agraciados, nunca de los hermosos; además, los hijos de estos seres feéricos nacen con varios cientos e incluso miles de años.
Algunos padres, desesperados por conservar a sus hijos, intentan ocultarlos de las hadas. Esto es sumamente ilegal. Si se descubre el ardid, el niño es conducido ante las damiselas. Si se posee poder, se lo llevan. Si no es ejecutado ante los ojos de sus padres. Algunos de los señores feudales más crueles obligan a los padres a hacerlo ellos mismos, so pena de ser ejecutados también tras ver morir a su hijo. Los señores más prácticos han reparado en que con esta medida sólo se consiguen campesinos muertos.

Sin embargo, funciona las suficientes veces como para que los padres no dejen de intentarlo. Las hadas no son omniscientes, y afirmar que el niño ha desaparecido o nacido muerto, para luego ocultarlo en las tierras salvajes, ha llegado a funcionar. Estos niños suelen convertirse en forajidos, ya que no han nacido en el seno de una comunidad bretoniana.

Los padres más acaudalados, en especial los mercaderes con contactos en otros paises, disponen un intercambio de bebés, a menudo con familias extranjeras relativamente pobres. Los padres adoptivos cobran por criar bien al niño, mientras que los padres bretonianos crían al bebé prestado como si fuera suyo. Es frecuente que el verdadero hijo sea aceptado como aprendiz, misteriosamente favorecido, al tiempo que el niño señuelo recibe un trato más frío que por parte de sus padres.


Hace siglos, algunos padres comenzaron a fabricar muñecos parecidos a sus hijos, con la esperanza de que las hadas se los llevasen. La costumbre se ha extendido, y ahora todos los bretonianos tienen un ''muñeco hada". Estos muñecos varían, de las simples muñecas de trapo hasta elaboradas representaciones de madera pintada que se parecen enormemente al bebé. Las familias de los hijos desaparecidos suelen disponer un asiento para el muñeco en los festines y reuniones importantes, y pueden llegar a comprarle pequeños regalos de cumpleaños. La gente que no desaparece conserva sus propios muñecos hada, pues se cree que dan suerte.
Otra costumbre, más siniestra, el infanticidio. Las familias campesinas que no pueden permitirse otra boca que alimentar pueden llevar a un recién nacido al bosque y abandonarlo allí, para luego afirmar que se lo llevaron las hadas. Muy pocos padres son capaces de llegar al extremo de matar a sus propios hijos, y algunos de estos bebés son encontrados y criados por bandas de forajidos.


Fuentes : La biblioteca del viejo mundo
Las leyendas-mi mundo

martes, 4 de febrero de 2014

Alice Vintage

El cuento de Alice (1955) en ilustraciones de Marjorie Torrey  














domingo, 2 de febrero de 2014

Blancanieves y los siete enanos

Cuando murió la madre de Blanquita
dijo su padre, el Rey:
-Esto me irrita.¡Qué cosa tan pesada y tan latosa!
Ahora tendré que dar con otra esposa…
–es, por lo visto, un lío del demonio
 para un Rey componer su matrimonio–.
 Mandó anunciar en todos los periódicos:
-Se necesita Reina
y, muy metódico, recortó las respuestas
que en seguida llegaron a millones…
-La elegida ah de mostrar con
pruebas convincentes que eclipsa a
cualquier otra pretendiente.
Por fin fue preferida a las demás la señorita
Obdulia Carrasclás, que trajo un
artefacto extraordinario comprado a
algún exótico anticuario: era un ESPEJO
MAGICO PARLANTE con marco de latón,
limpio y brillante, que contestaba a
quien le plateara cualquier cuestión con
la verdad más clara. Así, si, por ejemplo,
alguien quería saber qué iba a cenar en ese día,
el chisme le decía sin tardar:
-Lentejas o te quedas sin cenar.
El caso es que la Reina, que
Dios guarde, le preguntaba al trasto
cada tarde:
 -Dime Espejito, cuéntame una cosa:
de todas, ¿no soy yo la más hermosa?.
Y el cachivache siempre:
-Mi Señora, vos sois la más hermosa,
encantadora y bella de este reino.
 No hay rival a quien no hayáis comido la moral

La Reina repitió diez largos años la
estúpida pregunta y sin engaños le
contestó el Espejo, hasta que un día
Obdulia oyó al cacharro que decía:
-Segunda sois, Señora. Desde el
jueves es mucho más hermosa
Blancanieves.
Su majestad se puso furibunda,
armó una impresionante barahúnda
y dijo: -¡Yo me cargo a esa muchacha!
 ¡La aplastaré como a una cucaracha!
 ¡La despellejaré, la haré
guisar y me la comeré para almorzar!.
Llamó a su Cazador al aposento
y le gritó: -¡Cretino, escucha atento!
 Vas a llevarte al monte a la Princesa
diciéndole que vais a buscar fresas y,
cuando estéis allí, vas a matarla,
desollarla muy bien, descuartizarla y,
para terminar, traerme al instante su
corazón caliente y palpitante.
El Cazador llevó a la criatura,
mintiéndole vilmente, ala espesura del
Bosque. La Princesa, que se olió la
torta, dijo: -¡Espere! ¿Qué he hecho
yo para que usted me mate, señor mío?
–el brazo y el cuchillo de aquél tío
erizaban el pelo al mas pintado–
¡Déjeme, por favor, no sea pesado!
El Cazador, que era mala gente,
 se derritió al mirar a la inocente.
-¡Aléjate corriendo de mi vista,
porque, si me lo pienso más, las lista…!
 la chica ya no estaba  ¡qué iba a estar!
 cuando el verdugo terminó de hablar.
 Después fue el hombre a ver al carnicero,
pidió que le sacara un buen cordero,
compró media docena de costillas amén del corazón y,
a pies juntillas, Obdulia tomó aquella
casquería por carne de Princesa.
-¡Que mi tía se muera si he faltado
vuestro encargo, Señora…! Se hace
tarde… Yo me largo…
-Os creo, Cazador. Marchad tranquilo –dijo la
Reina–. ¡Y ese medio kilo de chuletillas
y ese corazón los quiero bien tostados al
carbón!, y se los engulló, la muy salvaje,
 con un par de vasitos de brebaje.

¿Qué hacía la Princesa, mientras tanto?
Pues auto-stop para curar su espanto.
Volvió a la capital en un boleo y
consiguió muy pronto un buen empleo
de ama de llaves en el domicilio de siete
divertidos hombrecillos. Habían sido
jockeys de carreras y eran muy majos
todos, si no fuera por un vicio que en
sábados y fiestas les devoraba el coco:
¡las apuestas!
Así, si en los caballos no atinaban un día,
aquella noche no cenaban…
Hasta que una mañana dijo Blanca:
-Tengo una idea, chicos, que no es
manca. Dejad todo el asunto de mi cuenta,
que voy a resolveros vuestra renta,
pero hasta que yo vuelva de un paseo
no quiero que juguéis ni al veo-veo
  
Se fue Blanquita aquella misma noche
de nuevo en auto-stop –y en un buen
choche– hasta Palacio y, siendo chica
lista, cruzó los aposentos sin ser vista;
el Rey estaba absorto haciendo cuentas
en el Despacho Real y la sangrienta
Obdulia se encontraba en la cocina
comiendo pan con miel y margarina. La
joven pudo, pues, llegar al fin hasta el
dichoso Espejo Parlanchín, echárselo en
un saco y, de puntillas, volver sobre sus
pasos dos mil millas –que eso le
parecieron, pobrecita .
– ¡Muchachos, aquí traigo una cosita
que todo lo adivina sin error! ¿Queréis probar?
-¡Sí, sí!-, dijo el mayor: -Mira,
Espejito, no nos queda un chavo, así
que has de acertar en todo el clavo:
¿Quién ganará mañana la tercera?
-La yegua Rifífí será primera-,
 Le contestó el Espejo roncamente…
¡Imaginad la euforia consiguiente!
Blanquita fue aclamada, agasajada,
despachurrada a besos y estrujada.
Luego corrieron todos los Enanos hasta
el local de apuestas más cercano y no
les quedó un mal maravedí que no fuera
a para a Rifífí: vendieron el Volkswagen,
empeñaron relojes y colchones, se
entramparon con una sucursal de la Gran Banca
para apostarlo todo a su potranca.
 Después, en el hipódromo, se vio
que el Espejito no se equivocó, y ya
siempre los sábados y fiestas ganaron
los muchachos sus apuestas. Blanquita
tuvo parte de beneficios por ser la
emperatriz del artificio, y, en cuanto
corrió un poco el calendario, se hicieron
todos superbillonarios –de donde se
deduce que jugar no es mala cosa… si
se va a ganar.


CUENTOS EN VERSO PARA NIÑOS PERVERSOS
Roald Dahl