Un pestañeo, otro y otro. Giran los ojos en sus cuencas,
giran redondos, brillantes, cristalinos. Pasea su mirada sobre sus compañeros. Los
distingue perfectamente en medio de la oscuridad, están como siempre ubicados
cada uno en su lugar.
Tac, toc, tuc ,tac ,toc ,tuc , son los pasos de Little Dolly
que se acerca al armario.
Hoy su pequeña cabeza de porcelana ha descubierto el precio
de la libertad, gracias a la suspicaz curiosidad de su naturaleza femenina.
Ella, al contrario del resto de los juguetes, permanece atenta a cada cliente
que llega a la tienda; precisamente hoy escuchó de boca de uno de ellos la manera de cambiar su
monótona vida de muñeca.
Debe matar al
juguetero.
¿Cómo puede conocer una muñeca el significado de estar vivo?
¿Cómo una cabecita con cabellos sintéticos y carita pintada con barniz calculó que la vida podía ser interrumpida
violentamente?
Fue sencillo.Vislumbrando en el sonido de la voz de ése
caballero, al que todos llaman doctor, supo que su profesión sirve para mantener
respirando a los humanos, y al igual que
el juguetero quién muchas veces realiza un brazo o una pierna que no encaja, y
debe desecharla, el doctor también falla. El profesional reconoció en una mera conversación en la
tienda que, a veces, nada puede hacer para que el humano continúe respirando. Sobre
todo al producirse grandes hemorragias.
La pérdida del valioso liquido rojo que fluye por el
interior de los humanos, produce un destino similar a un juguete roto.
Little Dolly se pone de puntas de pie, levanta su cabeza. Está buscando entre sus compañeros más antiguos a un caballero medieval que
posee una lanza. La pequeña muñeca lo convence enseguida para que el objeto
punzante le sea prestado. Dedica una sonrisa adorable al galante soldado cuando
se acerca a entregarle su arma recomendándole que tenga cuidado con el peso,
podría ser demasiado para los gráciles brazos de la bella muñeca.
Tac, toc, tuc ,tac ,toc ,tuc , el juguetero duerme
profundamente.
Tac, toc, tuc ,tac ,toc ,tuc, ya está cerca de él.
Little Dolly maravillada observa el suave empuje de la
sangre. La vida, la vida se mueve en su cuello dentro de una gruesa vena. Una
punzada y el líquido saldrá de su prisión al igual que ella podrá escapar de su
destino, el de permanecer sentada, bella y sonriente cada día.
El juguetero gime, se sacude en la cama. La muñeca retrocede
pero no se intimida, será un solo pinchazo. El juguetero despierta. Ella duda
un instante. Embiste con fuerza al cuello. La lanza resulta ser tan útil como
esperaba, después corre por el pasillo. Los hilos que sostienen sus piernas
articuladas parecen cortarse. Baja la escalera, tropieza en el último escalón.
Escucha un grito del
juguetero.
Little Dolly se incorpora y gira totalmente la cabeza, ve a
su carcelero bajando por la escalera. Si la atrapa la arrojará a la basura de
la misma forma que hacen los niños cuando crecen y se aburren de jugar.
Eso ya ocurrió una
vez.
El juguetero cae rodando por los escalones. La sangre roja
no aparece, pero su corazón se ha detenido.
Todos los juguetes siguen en silencio.
En la mañana el doctor certifica:Paro cardíaco por una
fuerte impresión.
Little Dolly escucha.
- Increíble que un hombre con una profesión tan tranquila
como la de restaurar juguetes, muera súbitamente- dice el doctor y agrega – No
creo que ahora mi viejo amigo se moleste si me llevo esta linda muñeca rubia. Varias
veces ofrecí buenas sumas por ella, pero nunca quiso venderla.
FIN
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