Esta novela fue una de mis lecturas en el verano y de las que más me ha gustado entre lo leído los primeros meses del 2018. La sinopsis no me daba pistas de que me fuese a gustar, y pensaba que iba a encontrarme con otra historia típica de alumnos en preparatoria, (ella con cáncer...O.o ya basta por favor) y en realidad, era muy diferente y no me costó encariñarme con la protagonista.
Me sorprendió la forma en que se trató en la novela un tema tan duro y tan actual como la violencia en las escuelas americanas. Porque ser un sobreviviente no es nada fácil.
SINOPSIS
Morgan no quiso hacer nada malo ese día. En realidad, ella quería hacer algo bueno. Pero su acto bondadoso jugó su papel en una tragedia mortal. Para seguir adelante, Morgan debe aprender a perdonar, primero a alguien que hizo algo que podría ser imperdonable y también a ella misma. Pero ella no consigue hacerlo. Ni siquiera puede ir más allá de la puerta del apartamento que comparte con su madre y su hermanito. Morgan se siente como si estuviera bajo el agua, incapaz de salir a la superficie. Incapaz de ver a sus amigos. Incapaz de ir a la escuela… Cuando parece que ya no puede contener la respiración por más tiempo, un adolescente aparece en el apartamento de al lado.
Tienen con este libro una visión muy intensa sobre lo que puede hacer la culpa cuando te encuentras ante un hecho fatal y como tratar de que esta no absorba el resto de tu vida.
RECOMENDACIÓN CINEFILA :
Ver la película Tenemos que hablar de Kevin.
Acerca del autor
Marisa Reichardt es la autora de la novela juvenil contemporánea Underwater . Su debut ha sido todo un éxito su libro ha sido traducido a varios idiomas. Ella vive en Los Ángeles, California, y ama la playa, el pastel y el fútbol troyano.
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