Ghost World
Es un comic muy conocido en su país
de origen que retrata a una generación adolescente provista de una mirada
crítica y ácida. Sus protagonistas son testigos del ridículo avance de la era
consumista, con una conducta plagada de tarjetas de créditos como estímulo para
combatir la frustración de los adultos. A diferencia de nuestro presente, donde cada opinión
se publica en las redes sociales, estas chicas directamente expresaban sus
opiniones sin filtro en el día a día y encontraban bichos más raros que ellas,
vivían para mofarse del entorno.
Las jóvenes protagonistas de Ghost
World Rebecca y Edni son contemporáneas de la popular Daria pero ellas usan un
vocabulario con más palabrotas y no mantienen una cara sin expresión, al
contrario, les divierte reírse de casi todo. Pero como Daria y su amiga,
Rebecca y Edni también se destacan por contradecir las pautas que dictara
cualquier moda de turno. Una amistad entre chicas que recuerdan a los días de
escuela y a cuando podías compartir tus pensamientos con una mejor amiga, sin
que se enteren miles de desconocidos.
Pero,
es inevitable, les toca crecer y enfrentar la realidad; hay que elegir un
camino en la vida, olvidarse de las insolencias y forjarse un futuro provechoso.
Los
noventa me enternecen, en esa década con 18 años, ya había sido empujada a un mundo hostil entre
adultos prejuiciosos porque yo era una madre soltera.
Si
hubiese tenido un par de amigas como las chicas de este comic no hubiese sido tan
duro sufrir por mal de amores en la secundaria y seguramente me habría animado
a irme a otro país. Es a partir de actitud disconforme donde se impulsa a una
persona a buscar sus propios horizontes, incluso cuando los mismos te provocan
incertidumbre y temor, hay que animarse a ir contra la marea.
Por
eso las dos chicas del comic me cayeron simpáticas. Y debo decir que el autor
las rodea de personajes coloridos y estrafalarios.
Sobre
la película, tuvo muchos fans y ayudó a la carrera de una rubia que ahora
destaca entre los superhéroes. Como suele suceder con una producción
independiente se transformó en un filme de culto. Esta clase de tramas
juveniles escasean, los chicos que vemos ahora en la gran pantalla son
educaditos y correctos en comparación con los que aparecían en los filmes de
las décadas de los 80 y 90, espero que las productoras de cine se fijen en
obras como este comic.
La adaptación se estrenó en el 2001. Se llamó Mundo Fantasmal en España. El filme fue coproducido de forma independiente a través de varias productoras, La trama, ambientada en una ciudad estadounidense sin especificar, se centra en la relación de dos amigas adolescentes, Enid (Thora Birch) y Rebecca (Scarlett Johansson), quienes acaban de terminar la secundaria y se sienten inseguras acerca de su futuro. Mientras suceden conflictos que ponen a prueba la amistad entre las jóvenes, mediante un anuncio en el periódico Enid conoce a Seymour (Steve Buscemi), un coleccionista de discos solitario y apartado de la sociedad, y se da cuenta de que tiene mucho en común con él.
Los
entrañables 90
Buscábamos como adolescentes trazar
una línea propia, que se apartará de las que se hubiesen creado con intenciones
de dominarnos. Creo que todo eso se esfumó de la esencia primaria de un
adolescente. Hay pocos jóvenes de ese tipo y menos como este dúo. Ser visible
actualmente significa tener seguidores y likes en las redes en lugar de
realizar acciones que te liberen del sistema. Hemos terminado todos metidos en
la Gran NET. Y casi nada huele a espíritu adolescente. Me provoca nostalgia
realmente aquellos últimos vestigios de rebeldía tan propios en la etapa final
de la secundaria; porque en la actualidad quien se considere un verdadero
rebelde se la pasa, tras regresar de una marcha o movilización, chateando y
posteando. Interesado en un feed, hilo o algo parecido. Desconoce que un
adolescente si es fiel a su rebeldía rechazará un aparato comercial masivo como
las redes sociales; un rebelde o quien busca diferenciarse no debería estar
pendiente del Instagram, no pone cada cosa que le sucede en Twitter y le
importa un moco quien publica fotos en Facebook…
Si
prestas un poco de atención a tu ciudad y menos a la pantalla del celular, te
vas a encontrar con tanta gente extraña como la del comic. El mundo es
excepcional y te necesita, no está de más salir a descubrirlo. Inténtalo. Antes
de que la adolescencia se desvanezca.
Te extrañamos Kurt.
Me
gustaría saber que opinan de Rebecca y
Edni, lean el comic y busquen a estos personajes juveniles anteriores a la
colonización de los celulares que les aseguro van a resultarles muy interesantes.
Acerca del autor:
Daniel Gillespie Clowes (Chicago, 14 de abril de 1961) es un historietista estadounidense. Además, ha realizado ilustraciones para gran número de revistas, como The New Yorker, Details, Esquire o Village Art, entre otras muchas; carteles para el cine (entre ellos el de la película de Todd Solondz Happiness; e incluso dibujos animados (el video "I Don't Wanna Grow Up" de Ramones). Estudió arte en el Instituto Pratt de Brooklyn, Nueva York. Al terminar sus estudios intentó infructuosamente conseguir trabajo como ilustrador en Nueva York. Entre 1985 y 1989 colaboró realizó tanto textos como dibujos para la revista Cracked, donde desarrolló sobre todo una sección titulada "The Uggly Family". En 1985 debutó en el cómic publicando en Love and Rockets, la revista de los "Hernandez Bros." (Gilbert y Jaime Hernández), una historieta protagonizada por el personaje Lloyd Llewellyn. Posteriormente se publicó una serie de seis comic books en blanco y negro consagrados al personaje, así como un especial, The All-New Lloyd Llewellyn Special (1988).
En 1989 apareció el primer número de un nuevo comic book realizado por Clowes, Eightball. Además de varias historietas cortas autoconclusivas, Clowes ha desarrollado en esta publicación varios relatos de mayor extensión: la surrealista y siniestra Como un guante de seda forjado en hierro (Like a Velvet Glove Cast in Iron, en los números 1-10); Ghost World (números 11-18), que fue llevada al cine por Terry Zwigoff; y David Boring (19-21). Todos estos títulos fueron posteriormente publicados como novelas gráficas. Clowes aprovechó para incursionar en el mundo del cine, adaptando sus propios guiones para la pantalla (es el caso de la película Ghost World, por la que recibió una nominación a los Óscar).
También colaboró en los años 1990 con Coca-Cola al prestar sus dibujos para promocionar la fallida OK Soda, un refresco cuya población diana era la Generación X.
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