Errantes
de Florencia Etcheves
“Los fieles son arcángeles
que poseen los rayos de los siete colores, los hijos
los heredan.”
Sinopsis:
Una antigua foto escondida bajo un montón de papeles revueltos; el suicidio de tres adolescentes que se escondieron para morir; un aterrador hombre que obtiene la libertad condicional después de veinticinco años de estar preso; el asesinato despiadado de una trabajadora sexual en una pensión.Episodios aparentemente independientes que, sin embargo, guardan un detalle común: un cascabel prendido de una cinta negra.
¿Qué relación existe entre todos estos hechos? ¿Qué hay detrás de estas cuatro muertes separadas de otra que tuvo lugar cuarenta años atrás y cuya víctima fue una niña?
La famosa periodista Carmen Hidalgo se verá obligada a seguir todas estas pistas y meterse de lleno en la investigación pues, por primera vez en su larga carrera, ella y su madre son las protagonistas de la noticia que persigue.
Importante: No hay lo que prometía la portada U.U
Es el segundo libro que leo de Etcheves y lo primero
que noté fue la similitud de estilo narrativo con el anterior que leí de ella: Cornelia.
En esta novela odié los nombres de la mayoría de los
personajes. No puedo pensar que es sexy o caliente un tipo que se llama Nicanor
con menos de 50 años en el siglo XXI, y ella bautizada como Carmen ( tenía una
vecina chusma con ese nombre) POR FAVOR, los personajes está condicionados por
sus nombres. Te imaginas algo como: Nicanor Grey. Siempre les digo a mis
alumnos que un personaje literario está sometido a la imaginación que despierta
su nombre. Dos nombres que podían andar bien si la trama se situase en otra
década histórica, en la actualidad no funcionan. Lo siento mucho pero me
imagine a Nicanor dándole al viagra o a los mariscos cada noche y a Carmen
menos seductora de lo que pretende insinuarnos Etcheves. Si se trata de un hombre contemporaneo que tiene menos de 50 años llamarse Nicanor no lo favorece en nada.
Un
pésimo nombre no lo compensa una detallada descripción de su atractivo físico. Los personajes de ficción están condicionados por su nombre. El nombre dispara la imaginación del lector, no hay seductor que pueda quedarle bien un nombre que rima algo así: Ay, qué calor...Nicanor XDD
Mi métodopara escoger es permitir al personaje que elija su nombre de acuerdo a su personalidad, si conoces tu creación le das tiempo para seleccionar el nombre.
Y por otro
lado: NUEVAMENTE HAY UNOS FEOS ERRORES DE EDICIÓN
(página 139 “…unos rollitos en la ciuntura se negaban…”) El libro es caro y no es extenso, ese tipo de errores no tiene justificación para evitar el enojo de un lector porque encima no es uno solo, son varios.
(página 139 “…unos rollitos en la ciuntura se negaban…”) El libro es caro y no es extenso, ese tipo de errores no tiene justificación para evitar el enojo de un lector porque encima no es uno solo, son varios.
La novela se desarrolla como un policial que apunta una misteriosa y malintencionada
secta, donde te formatean la cabeza para que tengas una obsesión por el arco
iris y sin ser un local de TODO MODA ni gusto por los unicornios, y son los suicidios de tres adolescentes quienes permiten rastrear su origen. Eso me gustó, aunque no resulte muy
novedoso y no quede claro de qué manera consiguen someter a los jóvenes. No debemos asociarla con el tipo de secta onda Charles Manson porque el supuesto profeta (un viejo ordinario) carece de atractivo y sabiduría; no entiendo como alguien le podría dar bola, apunta a tener el estilo propio de comunidades donde los seguidores van en busca de un posible paraíso pero su profeta nunca dice nada inteligente.
Pero…mi decepción pasa por lo siguiente:
Si bien la historia tiene como protagonista a Carmen,
una periodista, la autora vuelve a utilizar la misma forma de la novela que leí anteriormente para presentar a
los personajes. Lo que me resultó un poco aburrido porque era como conocer el
pasillo de memoria para llegar a una puerta. Detrás de esa puerta podrá haber
otra cosa pero el camino fue igual al anterior. Parece que siempre hay un
personaje en las novelas de Etcheves que termina en el limbo; me pasó con la
mujer que recortaba avisos fúnebres en Cornelia, nunca sabes qué hace en la
novela aparte de aportar una caja con recortes, si bien intenta ser una punta
de la madeja del suspenso te deja lleno de preguntas referente a ese personaje
que entra y sale de escena sin sumarse del todo a la historia.
Me sentí en el limbo respecto a Urko y los tres suicidas. Y con un final tan veloz fue como quitarte la cuchara cuando estás apunto de agarrar la frutilla del postre.
Con Errantes las
similitudes tanto narrativas como en los recursos utilizados para el avance de
la trama hicieron que este libro no fuese tan atractivo para mí. Algo así como…acá tenemos más de lo mismo. El mejor
personaje es la madre de Carmen, creo que es Sonia la que pone la gran cuota de
misterio con su propia vida y gracias a ella tomas interés en todo lo demás.
Espero que se anime a cambiar su manera de relatar
para el próximo libro.
Dicho todo esto, claro que recomiendo la novela. Es
una autora que se destaca entre las nuevas autoras argentinas; lean Errantes que se
lleva puntos extras por su portada (aplausos para el departamento de arte), ellos consiguieron que lo leyera.
Y prepárense para una nueva película basada en sus novelas que según escuché será la precuela de Cornelia.
Acerca del autor:
Florencia Etcheves (22 de noviembre de 1971)
es una periodista, escritora, ex presentadora de noticias argentinas y activista por los derechos de las mujeres. Durante tres años consecutivos (2010, 2011 y 2012) recibió el premio Martín Fierro a la mejor labor periodística femenina. Es la creadora de la saga policial del detective Francisco Juárez, que está formada por los libros: La virgen en tus ojos, La hija del campeón y Cornelia.
En noviembre de 2007, lanzó su primer libro junto a dos colegas, Liliana Caruso y Mauro Szeta, llamado No somos ángeles, sobre algunos de los casos policiales que más conmovieron a la opinión pública.
No hay comentarios:
Publicar un comentario