Un agudo lamento, sin dudas,
esa es la idea que podemos hacernos de la voz de las ánimas flotando en la
noche.
Y en las películas se ha
reflejado ese sonido muchas veces, este efecto yo creía que se lograba con la
ayuda de una soprano que prestaba su aguda voz. Pero existe una forma de
conseguir este llanto espiritual con ayuda de un instrumento que realmente es
tan enigmático como los propios fantasmas.
El theremín, llamado
eterófono en su versión primitiva, es uno de los primeros instrumentos
musicales electrónicos. Inventado en 1919 por el físico y músico ruso Lev
Serguéievich Termen (1896-1993) y, además de su sonido, lo más curioso es que
el ejecutante no tiene ningún contacto físico con él.
El diseño clásico consiste
en una caja con dos antenas. Se ejecuta acercando y alejando la mano de cada
una de las antenas correspondientes, sin llegar a tocarlas. La antena derecha
suele ser recta y en vertical, y sirve para controlar la frecuencia o tono:
cuanto más cerca esté la mano derecha de la misma, más agudo será el sonido
producido. La antena izquierda es horizontal y con forma de bucle, y sirve para
controlar el nivel de volumen: cuanto más cerca esté la mano izquierda, más
baja el volumen.
Originalmente, el timbre de los theremines se
asemejaba a algo entre un violonchelo y una voz humana. Su inventor, además de
físico, era violonchelista.
Muy usado en las películas de serie B de Hollywood de las décadas de
1940 y 1950, para ambientar, a base de un uso efectista, películas de ciencia
ficción y terror en la era anterior al sintetizador.
Escucha el fantasmal sonido en esta composición llamada Fantasía
Muchos enigmas rodean a su creador que resulta ser un genio incomprendido al igual que Nikola Tesla; Lev Termer fue admirado y estuvo sujeto a eventos extraños durante su vida.
Desde joven estudió con gran pasión el mundo de la música y de la electricidad. Su experiencia con el violonchelo le hizo querer inventar un instrumento de similar registro pero eliminando ciertas barreras físicas como la necesidad de frotar un arco contra las cuerdas y de desplazar los dedos por el mástil. De sus intentos salió un instrumento extraño y completamente diferente a cuantos existían, el eterófono o theremin (también conocido como thereminvox).
En 1920 lo presentó a sus colegas de la Facultad de Mecánica y luego en diversos lugares de la URSS, llegando incluso a entrevistarse con Lenin. En junio de 1921 presentó la solicitud de patente que se le concedió tres años después. La repercusión que tuvo en Rusia fue importante. El gobierno le requirió para seguir investigando en el campo del electromagnetismo y de la electricidad como energía renovable, en una época en la que se quería modernizar y electrificar al amplio territorio soviético.
Viajó con el instrumento desde 1920 a 1928. Llevó su theremín a los Estados Unidos y estableció un laboratorio en Nueva York y trabajó con la RCA para producir el instrumento.
Viajó con el instrumento desde 1920 a 1928. Llevó su theremín a los Estados Unidos y estableció un laboratorio en Nueva York y trabajó con la RCA para producir el instrumento.
La vida personal de Lev durante este periodo no tuvo el éxito de la profesional. Su esposa, Katia, empezó a estudiar medicina en una escuela a unos 50 kms de New York. Léon y Katia vivían separados, y se veían un par de días a la semana. Katia se unió a una organización fascista. El Consulado de Rusia se enteró y sumariamente divorció a Léon de Katia. No podían arriesgar que su estrella en ascenso se asociase con los nazis.
Se volvió a casar, con Lavinia Williams, una bailarina. Lavinia era afroamericana y la pareja se enfrentó a los perjuicios raciales de EEUU. En 1938, Lev regresó a Rusia. Él esperaba que su esposa llegase un par de semanas después. Por desgracia, eso nunca ocurrió. Lev y Lavinia nunca volvieron a verse. A su llegada a Leningrado, Themer fue encarcelado, y fue acusado como sospechoso de crímenes contra el Estado.
Sería reclutado para trabajar en un laboratorio para el Departamento de Estado.
Se volvió a casar, con Lavinia Williams, una bailarina. Lavinia era afroamericana y la pareja se enfrentó a los perjuicios raciales de EEUU. En 1938, Lev regresó a Rusia. Él esperaba que su esposa llegase un par de semanas después. Por desgracia, eso nunca ocurrió. Lev y Lavinia nunca volvieron a verse. A su llegada a Leningrado, Themer fue encarcelado, y fue acusado como sospechoso de crímenes contra el Estado.
Sería reclutado para trabajar en un laboratorio para el Departamento de Estado.
Siendo tiempo de misterios me pregunto:
Acaso... ¿Será una casualidad que tenga forma de antena? ¿No será capaz de captar y comunicarse con otra dimensión?
Un sonido tan humano, tan melancolico que parece llevarte al más allá hasta desaparecer en las tinieblas.
Este instrumento no solo es peculiar, es realmente el mejor, para estar presente en cualquier evento de Halloween con fantasmas de invitados.
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