miércoles, 16 de septiembre de 2020

La sanguijuela de mi niña (reseña)

 

La sanguijuela de mi niña

de Christopher Moore


Sinopsis: Jody no pidió convertirse en vampiro...

 No parece una empresa fácil para una chica que no ha visto una película de vampiros en su vida. Cuando Thomas, un escritor frustrado y dependiente a tiempo parcial, se cruza en su vida, Jody  sujeta la oportunidad por el cuello... literalmente. 

La sanguijuela de mi niña es la tercera novela de Christopher Moore publicada en 1995 en su edición original. Combina elementos sobrenaturales y de novela romántica.

Esta es la novela que hizo famoso al autor. La primera de una simpática trilogía de vampiros. Yo comencé mi lectura por el último libro (Muerdeme!) hasta que conseguimos el primero. Es la historia de Jody una chica que una noche despierta bajo un basurero y con la mano quemada. Su nueva situación la obliga a buscar un ayudante y le ofrece trabajo y departamento a Tommy Flood un chico que aspira ser escritor.



 Jody y sus vivencias, además de su personalidad, me recordó la canción Diva de Nikkie Nicole. La letra describe bastante bien lo que le sucede a esta chica que debe aprender a vivir como vampira, en especial, porque siendo una criatura de la noche es como ella descubre su verdadera belleza interior y exterior.

DIVA de Nikkie Nicole

Una chica pelirroja con mala suerte para los novios va dejando atrás cada gota de su inseguridad a medida que acepta su nueva naturaleza.

 Toda la trama se desarrolla en la ciudad de San Francisco y se mencionan varios barrios populares. Ambos se mudarán a una zona bastante cara gracias a que Jody ha recibido, no solo el don de los no-muertos, sino también una buena cantidad de dinero. Si esperan grandes fiestas de colmillos, descarten la idea; esta es una pareja es muy tranquila. Eso me pareció extraño en el libro, tanto Tommy como Jody no se interesan en la tradicional vida del vampiro. Son un par de chicos dedicados descifrar las cualidades de la condición de Jody y con Tommy lo raro sucede en su trabajo, uno market de “abierto las 24 horas” donde comparte con sus compañeros apodados Los Animales, unos juegos locos que son lo más estrafalario de la historia.

Sin embargo, el vampiro que transformó a Jody está siempre cerca y comienza a dejar unos cadáveres a manera de advertencia.

Me pareció una historia entretenida, fiel a su estilo el autor no pierde páginas detallando sitios y aspectos en general de personajes y lugares. Por eso tiene un ritmo narrativo dinámico y no te ahogas en palabras aburridas que interrumpen la acción de las escenas.Carece del humor picante y directo que utiliza en otras obras. Los animales funcionan casi como un solo personaje, con excepción de Simón que hace las veces de líder y se fija desde el primer día en Tommy. Es el único que sospecha que sucede algo con la novia de Tommy.

No me divertí tanto con los diálogos de este libro como con la tercera novela que cierra la historia, “Muerdeme!” me gustó mucho y está narrada por un personaje que asume el rol principal más adelante y que todavía no apareció. Por eso espero conseguir la segunda pronto para reencontrarme con ese personaje mucho más desenfadado y simpático que los protagonistas.

Para destacar: El autor es un fan de Anne Rice, y es realmente muy lindo ver como la autora ha dejado su influencia en muchos escritores entre los que me incluyo. Lean esta trilogía de Moore sus protagonistas no pertenecen a la categoría de parejas sosas de vampiros, ni los aburrirán con las lamentaciones de un condenado nosferatu.

Otros personajes interesantes son Los animales que siguen presente en toda la trilogía, comienzan siendo un alocado grupo de repositores de supermercado pero terminarán convirtiéndose en unos peculiares cazadores junto al Emperador, un mendigo con cualidades de filosofo que custodia las calles. Es posible que el nombre del grupo se deba a la mítica banda, y el escritor alude también con la trama a la siguiente canción en su honor.

The Animals San Francisco Nights


Un libro para los que quieren una lectura muy entretenida. 

Los libros de Moore nunca aburren.


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