Un cuento de los Hermanos Grimm , si de ellos que se han hecho tan famosos con las series que los muestran casi como super héroes. Lo compré cómo regalo navideño hace varios años, para cierta personita, y yo no lo había leído. Es un tradicional cuento infantil con una enseñanza para reflexionar al final de la historia.
Hay una sutil mezcla en la historia de la cenicienta y Alicia. Trata de dos hermanitas, Hilda y Alda, que viven con su madre y el pozo se convierte en una espacie de portal entre dos mundos. Accidentalmente Hilda, la bondadosa de las hermanas, cae dentro y en el mundo mágico se le piden ciertos favores que ella cumple sin protestar.
La escena que me pareció más adorable fue la de los panes, LOS PANES PARLANTES , es una delicia imaginarlos redondos, dorados y esponjosos hablando o cantando.
...Era la casa del panadero, y el horno estaba lleno de
panes, los que al ver a la niña, comenzaron a gritar:
-¡Ya estamos bien cocidos! ¡Sácanos de aquí o nos
quemaremos!
Hilda colabora con cada favor que se le pide incluso quedarse a vivir con una anciana solitaria hasta que un día decide volver al mundo real, antes de irse recibe una recompensa por sus tareas. En su hogar tanto la madre como su hermana al conocer la historia deciden probar suerte, la madre envía a su otra hija a través del pozo. Alda en el mundo mágico se comporta igual que en su casa, al final tan bien recibe una recompensa a medida de su comportamiento.
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