Tenía muchas ganas de conocer cuentos de Rusia y hallé un libro en formato PDF con varias historias anónimas que son parte del folklore ruso. Debo destacar que en estos cuentos sobresale el rol femenino de una forma distinta que en Europa Occidental: Las mujeres suelen ser consejeras y dotadas de sabiduría para resolver acertijos o predecir acontecimientos. Muchas de las historias están vinculadas con la aristocracia rusa de una forma similar a los cuentos japoneses; por eso es importante conocer el significado del titulo Zar.
Del ruso tsar y con origen en el latín caesar (por Julio César), zar es el título que se otorgaba al emperador de Rusia y al soberano de Bulgaria y de Serbia. Su forma femenina es Zarina la esposa del Zar. Es importante destacar que este título nobiliario no supone un rango imperial, sino que se trata del equivalente a la voz eslava krol (“rey”).
El término Zarevna (la hija o nieta del zar) se aplica a las niñas y jóvenes vinculadas por la sangre con el Zar.
El tipo de gobierno desarrollado por los zares se denominaba zarismo. El zar era autócrata y ejercía tanto el poder político como el poder económico. Además se consideraba protector de la Iglesia Ortodoxa Rusa, lo que implica que también contaba con el poder religioso.
Uno de los cuentos que elegí
para reseñar es:
La pluma de Fenist, el halcón radiante.
Antes de hablar sobre el cuento en particular quiero
referirme a la figura del pájaro de
fuego. Tantos cuentos y leyendas existen alrededor de esta ave, con sus alas en
llamas que tiene poderes mágicos, que muere y resucita. Su misticismo se narra
en distintos lugares del mundo y es tan importante como representante de la magia,
el pájaro Fenix, que hasta en Harry Potter tiene un lugar destacado.
Su historia varia según
el origen del cuento pero su descripción física suele coincidir. A veces es un ave fantástica que solo los privilegiados
pueden ver y otras, como en el cuento mencionado, un príncipe que se transforma
en un pájaro de fuego.
“El Fénix es un ave igual a los dioses celestes, que compite
con las estrellas en su forma de vida y en la duración de su existencia, y
vence el curso del tiempo con el renacer de sus miembros. No calma su hambre
comiendo ni apaga su sed con fuente alguna.”
Claudio Claudiano
“- ¿Quieres venderme ese clavel rojo, viejecito?Y el otro
le contestó:
- Mi clavel rojo no se vende, no tiene precio porque es
inapreciable; pero te lo regalaré si quieres casar a tu hija menor con mi hijo.
- ¿Y quién es tu hijo, viejecito?
- Mi hijo es el apuesto y valiente guerrero Fenist, el
halcón radiante. De día
vive en el cielo sobra las nubes y de noche baja a la tierra
como un hermoso joven.”
En el cuento una joven conoce a Fenist gracias a un clavel
rojo que le pidió a su padre, el ave que en realidad es un príncipe, se enamora
de ella. Cada noche acude a su cuarto para verla e incluso le regala una de sus
plumas mágicas. Sus hermanas envidiando su suerte le tienden una trampa, colocan trozos de
vidrio en la ventana lastimando al Halcón. Ante el agravio Fenist le pide a su enamorada que sea ella quién lo busque. La
protagonista sale en busca de su amado y en el largo camino hacia el reino del
Fenist se entera que tiene una rival.
Otra mujer es la novia del guerrero, pero
gracias a los consejos de unas ancianas consigue engañar a la presuntuosa novia
y logra encontrarse con él nuevamente. Dos noches intenta hablar con el príncipe, y dos noches lo haya dormido a causa de los narcóticos que su novia le pone en
la cena. Ella llora angustiada y por fin, las lágrimas de la
triste enamorada lo despiertan.
“ - Decidme, buena gente, y contestadme conforme a vuestro
buen sentido:
¿Qué novia he de tomar por esposa para compartir con ella
las penas de la vida, la que me vendió o la que volvió a buscarme?
Y el pueblo sentenció por unanimidad:
- ¡La que volvió a buscarte!
Y así lo hizo Fenist, el halcón radiante. Aquel mismo día se
unió ante el altar en lazo matrimonial con la hermosa doncella. “
Final feliz para una chica que no se dio por vencida .
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