Doppelgänger: es el vocablo alemán para definir el doble fantasmagórico de una persona viva. La palabra proviene de doppel, que significa "doble", y gänger, traducida como "andante". Su forma más antigua, acuñada por el novelista Jean Paul en 1796, es Doppeltgänger, 'el que camina al lado'.
El término se utiliza para designar a cualquier doble de una persona, comúnmente en referencia al "gemelo malvado" o al fenómeno de la bilocación.
Los Doppelgänger aparecen en varias obras literarias de ciencia ficción y literatura fantástica, en las cuales son un tipo de metamorfo que imita a una persona o especie en particular por alguna razón, generalmente impresionante.
DOS X UNO
Desesperado, era una palabra muy
leve para describir la sensación que se producía, dentro de la cabeza de
Javier. El examen decisivo tendría lugar a la mañana siguiente: 10 AM en punto.
Todo el fin de semana estuvo sentado frente a la computadora practicando
ejercicios y cuando más repasaba más olvidaba. Ya el reloj marcaba las cuatro
de la madrugada y continuaba subrayando
sus resúmenes, leyendo ávidamente e intentando fijar los conceptos.
Suspiró profundamente, necesitaba comer para
seguir despierto. Se dirigió a la cocina a preparar un sándwich y llenar un
vaso con coca-cola. El tiempo no le alcanzaba para todo, era un simple mortal
de veintidós años, su rutina diaria consistía: estudiar; amigos; estudiar; novia;
estudiar; práctica laboral; estudiar; novia... ¡Y ni hablar de los largos
viajes de cada mañana en el transporte urbano!, dónde era empujado, golpeado,
pellizcado o asfixiado literalmente.
Deseaba o mejor dicho necesitaba
duplicarse para llegar a todas las citas a horario. Para colmo el esfuerzo por
cumplir con sus obligaciones no daba resultados positivos. Su corazón estuvo a
punto de estallar, después de conocer que en todos sus primeros parciales, fue
desaprobado.
Faltaban un par de horas para que
amaneciera, masticando ruidosamente regresó a su cuarto y la sorpresa que halló
dentro lo hizo atragantarse con un trozo de pan.
Primero pensó que se había
quedado dormido, y estaba soñando, cuando encontró su silla ocupada por un
sujeto. Con mucha seriedad un muchacho acomodaba cada uno de sus apuntes, y no
era cualquier muchacho, era Javier.
-¿Qué haces en mi cuarto?-tartamudeó
esforzándose por pasar de su garganta, el trozo del sándwich.
-Es mi cuarto... también el tuyo-
respondió el nuevo Javier guiñándole un ojo.
-¡¿De dónde saliste y por qué te
pareces tanto a mí?!- preguntó Javier atajando con la mano, el pedazo de pan
que se le caía de la boca.
- No me parezco a nadie. Soy el
auténtico Javier o soy tú mismo. Ni yo sé explicarlo claramente.
Le respondió con absoluta
serenidad el descarado impostor, y sonriéndole con un leve desprecio agregó.
- Yo tengo un examen mañana y
quiero estar concentrado para obtener una buena nota. Las malas calificaciones
o repetir el curso no se encuentran dentro de mi proyecto de vida.
- ¡¿Qué mierda de proyecto de
vida?! -rugió el viejo Javier- ¡Si es mi examen del qué hablas!
- ¡Examen qué yo daré en tu
lugar!- replicó el duplicado de Javier, ampliando su sonrisa en un gesto de
triunfo.- Será pan comido, cómo el de tu sándwich.
La idea no era
mala.
El sujeto estaba seguro de
aprobar y era igual a él, sería un problema menos quitarse de encima esa
materia tan pesada. Aceptó la propuesta del falso Javier y bien temprano, su
doble, se fue en su lugar hacia la Universidad.
Esperó noticias de él todo el
día. Las horas pasaron sin novedad, mientras Javier se comía las uñas.
¿Lo habían descubierto? ¿Habría
faltado al examen?
Casi seguro se habría armado un
escándalo cuando se dieron cuenta que no era él. Diferentes pensamientos
bombardeaban su mente. ¡Seria expulsado por el director de la Universidad sin
dudarlo! Con semejante estafa en una mesa examinadora no podría entrar a otra
universidad, aunque realmente su mayor deseo era dedicarse a la música. Con los
sueños no se prospera en la vida, necesitaba tener un titulo que le
asegurara bienestar económico.
El doble, por fin, regresó a la medianoche.
- ¿Qué pasó?- preguntó alterado
al verlo entrar en la casa.
-Nada. Tenía ciertas situaciones
que arreglar, por eso se me hizo tarde y el examen fue pan comido. Aprobaste.
El viejo Javier se tiraba del
pelo feliz y riéndose a carcajadas ¡Por fin se terminaban las penas con esa
odiosa materia! De pronto se detuvo en seco.
-¿Qué situación arreglaste? - le
preguntó con cierta desconfianza
- Terminé con Mary. No podía
soportar que me trate como a un niño pequeño.
-¡Terminaste con mi novia!-
vociferó estupefacto el original Javier. - ¡Sabía que si te hacías pasar por mi
me complicarías la vida!
- Mary piensa que soy cómo un
muñequito. Ella y su forma de amar me parecían demasiado maternales.
El viejo Javier tragó saliva, era
verdad. Hacia meses que no soportaba a Mary, sin embargo, el temor de ser un
soltero en la Universidad lo obligaba a soportar cualquier idea estúpida de su
chica. La quería, pero la relación estaba totalmente estancada.
- Ahora estoy solo-murmuró el
estudiante compungido.
-¡No es así!- el nuevo Javier
sacudió los hombros de su desconsolado doble- hoy estuve audicionando para una
banda y una chica se acercó hablarme, el
sábado tenemos una cita.
-¡Tú tienes una cita!
- ¡Y una banda dónde tocar!-el
doble, chasqueó los dedos.
- Repito que eres tú quién tiene
la cita, no yo
- Irás con ella y la conquistarás
con tus conocimientos de leyendas del rock.
- ¿Es bonita?
-
Aquí tienes su perfil de facebook a modo de adelanto.
Si era bonita, muy bonita. La
clase de chica que Javier no confiaba que se fijara en él. La guitarra
eléctrica había sido una parte importante. Javier la tocaba siempre a solas,
nunca en público, y ahora su destreza o la de su clon, le habían conseguido ser
parte de una banda y tener una chica sexy de novia.
Al día siguiente Javier tuvo que
realizar por su cuenta otro examen y le fue bien. Los días en la Universidad
siguieron sin muestras de consecuencias por la primera aparición del nuevo
Javier.
Mary no le habló ni le hizo
reclamos, incluso comprobó que su novia también precisaba un cambio. Pudo verla
muy contenta almorzando con un compañero de su curso.
El nuevo Javier se dedicó de
lleno a la banda de rock, y lo reemplazaba todas las mañanas en su práctica de
trabajo. Tenia ensayos todos los días, y se turnaban para asistir sin que nadie
se diese cuenta que era una persona diferente, la que aparecía.
El nuevo Javier nunca se quejaba,
siempre estaba de buen humor. Era el hermano gemelo perfecto que nunca tuvo. El
hermano y mejor amigo que nunca tuvo.
Pero el viejo Javier sentía que
algo no funcionaba. Tenía nueva novia, buenas calificaciones y más tiempo libre.
La vida era menos complicada para él, a pesar de eso, se sentía a veces
contento y otras veces, vacío.
Una mañana recibió una enorme
caja. Era una nueva guitarra enviada por una renombrada discográfica.
-¿Esto es tuyo?-preguntó el viejo
Javier
- Dice tu nombre, es tuya-
respondió el nuevo Javier, entrecerrando los ojos y sonriendo con picardía.
El viejo Javier tocó la guitarra
en su habitación toda la noche, incluso interpretó varias de las canciones que
él había escrito. La música era todo y a la vez nada, porque solo podía tocar
en su cuarto, a diferencia del clon, que no se intimidaba frente al público. Cuando
amaneció le preguntó a su doble.
- ¿Cuando te irás?
- Irme ¿por qué? ¿Acaso no hago
todas las cosas que tú no te atreves a realizar?
- Deberías hacer tu vida y yo la
mía
- Tu vida o la mía son la misma
vida. Yo soy un arco iris en la oscuridad
- ¿Eres una canción de Dio?-
exclamó con ironía el viejo Javier, que comenzaba a sentir que a él le tocaba
el lado amargo de su vida y las mieles eran para la fotocopia parlante.
- Rainbow in the Dark- dijo en
tono burlón el nuevo Javier.
Se puso su chaqueta de cuero y se
marchó. Esa noche no regresó. Ni la siguiente, en una semana no hubo noticias
del clon. Javier comenzó a sentirse amargado y enojado.
Una mañana recibió otra caja. Esta
vez era pequeña y tenía una nota:
“Estoy de gira con la banda. Mi
regalo te ayudará a elegir ser la oscuridad o el arco iris, porque sabes bien
que los dos no podemos seguir usando la misma vida”.
El viejo Javier abrió la caja,
sacó el arma que estaba adentro y la apoyó en su sien.
FIN
Autor. MenteImperfecta © (Adriana
Cloudy)
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