jueves, 15 de noviembre de 2018

Un artista del mundo flotante-Kazuo Ishiguro (reseña)




Un artista del mundo flotante
Kazuo Ishiguro



“—Dime, Masuji, ¿tienes idea de en qué mundo viven los artistas?

Me quedé callado, mirando el suelo.
—Los artistas—prosiguió mi padre—viven en la pobreza y en la miseria. Se mueven en un mundo lleno de tentaciones y terminan convirtiéndose en unos seres depravados y débiles…”



Sinopsis


La Segunda Guerra Mundial ha terminado y Japón comienza a levantarse de entre sus cenizas. En los meses que van desde octubre de 1948 a junio de 1950, el tiempo que media entre el comienzo de las negociaciones para casar a una hija y el matrimonio, Ono, un anciano pintor, recuerda su vida y reflexiona sobre su carrera artística, en un intento por comprender una realidad cada día más ajena. Los triunfos del pasado de Ono quizá son ahora, como insinúan sus hijas, que esconden sus cuadros, aquello de lo que debería avergonzarse. Ono eligió abandonar las tradiciones pictóricas de sus maestros, los pintores del mundo flotante de los barrios de placer, donde las cosas mas bellas se construyen en la noche y se desvanecen con el alba, para dedicarse a loar un presente mas heroico y menos fugaz.  

Y ahora, el imperio militar que pinto no es mas que otro mundo flotante, desvanecido para siempre en la mañana del Japón democrático de la posguerra...






El mundo flotante

El Ukiyo-e, el mundo flotante, es la escuela de arte japonesa más conocida del mundo. Grababan sus motivos en bloques de madera de cerezo y representaban y representaban escenas mundanas, procedentes en su mayoría del teatro, los baños públicos y las casas de mala reputación parodiando proverbios budistas acerca de la fugacidad de las cosas bellas, como las flores de primavera o el amor.
Ukiyo hace referencia a la impetuosa cultura chōnin que tuvo auge en los centros urbanos de Edo (actualmente Tokio), Osaka y Kioto y que era un mundo dentro de sí. Es una alusión irónica al término homónimo "Mundo Doloroso" (憂き世), el plano terrenal de muerte y renacimiento en el que se basa la religión budista.
El ukiyo-e era accesible, dado que podía ser producido de forma masiva. Por lo general, eran adquiridos por personas sin suficiente nivel económico como para poder comprarse una pintura original. El tema original de los ukiyo-e era la vida de la ciudad, particularmente actividades y escenas de lugares de entretenimiento. Cortesanas hermosas, robustos luchadores de sumo y actores populares eran representados realizando actividades atractivas. Más adelante los retratos paisajistas se popularizaron, y los temas políticos e imágenes sobre individuos de los estratos bajos de la sociedad fueron prohibidos, pasando así a ser temas raramente elaborados. El sexo fue también un tema prohibido, pero aparecía de forma continua en los impresos ukiyo-e. Algunos artistas y editoriales fueron sancionados por crear impresos ukiyo-e con escenas de sexo explícito, también conocidos como shunga.


“No soy  de los que temen reconocer
los errores de épocas pasadas.”



Mis intenciones de leer a Ishiguro se cumplieron al igual que mis expectativas sobre su narrativa. Confieso que normalmente disfruto todo lo que involucre la forma de vida en Japón, en especial, los detalles sobre los paisajes de sus localidades, tradiciones familiares, hábitos y acerca de los gustos personales de los japoneses, me encanta sin importar la época en particular que se describe.
En esta novela conocemos al hogar y familia de un artista plástico luego de la rendición de Japón en la segunda guerra mundial. Para quienes desconocen datos históricos, el imperio Japonés estuvo de parte del nazismo y con la derrota de Alemania mantuvo la lucha contra los aliados un tiempo más, finalizando todo con el lanzamiento de la bomba atómica por parte de Estados Unidos.  Uno de los aspectos más oscuros y tristes de la historia nipona, precisamente, el personaje del libro hará referencia a su papel en este período durante su juventud.
 Ishiguro nos traslada a los años de la post-guerra y al horizonte de un nuevo Japón. La incipiente ocupación americana comienza a dejar efectos en el Japón tradicional y es en su pequeño nieto donde Masuji Ono  descubre las primeras huellas de la cultura extranjera.  Me produjo mucha gracia la relación que mantiene Masuji Ono con su nieto Ichiro, los comentarios machistas que le hace me hicieron reír, como padre de dos hijas el anciano no busca humillar a las mujeres simplemente trata de afianzar la amistad con el niño que se ha vuelto un fanático del Llanero solitario.
Las dos hijas del protagonista son Noriko y Setsuko (madre de Ichiro) cuidan de su padre ya anciano.  Para Ono la vida trascurre en medio de una nostalgia que evoca con una mezcla de orgullo por sus logros y con cierta culpa por haber apoyado un gobierno que causó tanto daño a su país sus aspiraciones juveniles en el arte. Será precisamente su arte, sus cuadros, los más afectados ante la derrota y vergüenza por el resultado de la guerra. Aquellas obras que retrataban el heroísmo nipón ahora son un recuerdo que debe ocultar, de ellas apenas queda el testimonio de un imperio que no regresará. No obstante su talento es indiscutible lo mismo que su prestigio como artista.

He tenido una lectura ágil, alegre y placentera porque el protagonista como narrador me ha resultado muy agradable lo mismo que su familia. Ishiguro empapa de gracia y despoja de toda soberbia a un anciano que si bien fue parte del patriotismo que apoyaba la guerra, reconoce sus errores y mantiene la Fe en un porvenir dichoso y en paz para su patria.
Cuando Kazuo Ishiguro recibió el Nobel, comenzó el debate sobre si ese premio era para Japón o para Inglaterra, con esta hermosa novela está claro que su país de origen tiene un excelente representante en el mundo, y debemos tener en cuenta de que cuando se trata de arte y literatura no existen las fronteras. Las obras de Ishiguro son para el mundo. Por supuesto que es notorio que su vida en occidente lo ha convertido en un hombre carismático, y que traslada esa cualidad a sus personajes; como comentario personal agrego que luce mucho más guapo y simpático que Haruki Murakami XDD
De seguro seguiré con la lectura del resto de sus novelas. Quiero leer “Nunca me abandones” ya vi la película y confío en que voy a encontrarme con una excelente novela, por suerte, gracias a su trama podré anexarla a mi próximo desafío de lectura.

 Acerca del autor:
   

Acerca del autor:
Kazuo Ishiguro nació en Nagasaki en 1954. Su familia se trasladó a Inglaterra en 1960 y actualmente reside en Londres. Está considerado uno de los mejores autores contemporáneos. Su obra ha sido traducida a más de cuarenta idiomas. Es autor de siete novelas y un libro de relatos llamado Nocturnos
Su fama llegó a la masividad con el premio Nobel que le fue otorgado en 2017.







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