Un artista del mundo flotante
Kazuo Ishiguro
“—Dime, Masuji, ¿tienes idea
de en qué mundo viven los artistas?
Me quedé callado, mirando el
suelo.
—Los artistas—prosiguió mi
padre—viven en la pobreza y en la miseria. Se mueven en un mundo lleno de tentaciones
y terminan convirtiéndose en unos seres depravados y débiles…”
Sinopsis
La Segunda Guerra Mundial ha terminado y Japón comienza a levantarse de entre sus cenizas. En los meses que van desde octubre de 1948 a junio de 1950, el tiempo que media entre el comienzo de las negociaciones para casar a una hija y el matrimonio, Ono, un anciano pintor, recuerda su vida y reflexiona sobre su carrera artística, en un intento por comprender una realidad cada día más ajena. Los triunfos del pasado de Ono quizá son ahora, como insinúan sus hijas, que esconden sus cuadros, aquello de lo que debería avergonzarse. Ono eligió abandonar las tradiciones pictóricas de sus maestros, los pintores del mundo flotante de los barrios de placer, donde las cosas mas bellas se construyen en la noche y se desvanecen con el alba, para dedicarse a loar un presente mas heroico y menos fugaz.
Y ahora, el imperio militar que pinto no es mas que otro mundo flotante, desvanecido para siempre en la mañana del Japón democrático de la posguerra...
El mundo flotante
El Ukiyo-e, el mundo flotante, es la escuela de arte
japonesa más conocida del mundo. Grababan sus motivos en bloques de madera de
cerezo y representaban y representaban escenas mundanas, procedentes en su
mayoría del teatro, los baños públicos y las casas de mala reputación
parodiando proverbios budistas acerca de la fugacidad de las cosas bellas, como
las flores de primavera o el amor.
Ukiyo hace referencia a la impetuosa cultura chōnin
que tuvo auge en los centros urbanos de Edo (actualmente Tokio), Osaka y Kioto
y que era un mundo dentro de sí. Es una alusión irónica al término homónimo
"Mundo Doloroso" (憂き世), el plano terrenal de muerte y renacimiento en el
que se basa la religión budista.
El ukiyo-e era accesible, dado que podía ser producido
de forma masiva. Por lo general, eran adquiridos por personas sin suficiente
nivel económico como para poder comprarse una pintura original. El tema
original de los ukiyo-e era la vida de la ciudad, particularmente actividades y
escenas de lugares de entretenimiento.
Cortesanas hermosas, robustos luchadores de sumo y actores populares eran
representados realizando actividades atractivas. Más adelante los retratos
paisajistas se popularizaron, y los temas políticos e imágenes sobre
individuos de los estratos bajos de la sociedad fueron prohibidos, pasando así
a ser temas raramente elaborados. El sexo fue también un tema prohibido, pero
aparecía de forma continua en los impresos ukiyo-e. Algunos artistas y
editoriales fueron sancionados por crear impresos ukiyo-e con escenas de sexo
explícito, también conocidos como shunga.
“No
soy de los que temen reconocer
los
errores de épocas pasadas.”
Mis
intenciones de leer a Ishiguro se cumplieron al igual que mis expectativas
sobre su narrativa. Confieso que normalmente disfruto todo lo que involucre la
forma de vida en Japón, en especial, los detalles sobre los paisajes de sus
localidades, tradiciones familiares, hábitos y acerca de los gustos personales de los japoneses, me
encanta sin importar la época en particular que se describe.
En
esta novela conocemos al hogar y familia de un artista plástico luego de la
rendición de Japón en la segunda guerra mundial. Para quienes desconocen datos
históricos, el imperio Japonés estuvo de parte del nazismo y con la derrota de
Alemania mantuvo la lucha contra los aliados un tiempo más, finalizando todo
con el lanzamiento de la bomba atómica por parte de Estados Unidos. Uno de los aspectos más oscuros y tristes de
la historia nipona, precisamente, el personaje del
libro hará referencia a su papel en este período durante su juventud.
Ishiguro nos traslada a los años de la
post-guerra y al horizonte de un nuevo Japón. La incipiente ocupación americana
comienza a dejar efectos en el Japón tradicional y es en su pequeño nieto donde
Masuji Ono descubre las primeras huellas
de la cultura extranjera. Me produjo
mucha gracia la relación que mantiene Masuji Ono con su nieto Ichiro, los
comentarios machistas que le hace me hicieron reír, como padre de dos hijas el
anciano no busca humillar a las mujeres simplemente trata de afianzar la
amistad con el niño que se ha vuelto un fanático del Llanero solitario.
Las
dos hijas del protagonista son Noriko y Setsuko (madre de Ichiro) cuidan de su
padre ya anciano. Para Ono la vida
trascurre en medio de una nostalgia que evoca con una mezcla de orgullo por sus
logros y con cierta culpa por haber apoyado un gobierno que causó tanto daño a
su país sus aspiraciones juveniles en el arte. Será precisamente su arte, sus
cuadros, los más afectados ante la derrota y vergüenza por el resultado de la
guerra. Aquellas obras que retrataban el heroísmo nipón ahora son un recuerdo
que debe ocultar, de ellas apenas queda el testimonio de un imperio que no
regresará. No obstante su talento es indiscutible lo mismo que su prestigio
como artista.
He
tenido una lectura ágil, alegre y placentera porque el protagonista como narrador
me ha resultado muy agradable lo mismo que su familia. Ishiguro empapa de
gracia y despoja de toda soberbia a un anciano que si bien fue parte del
patriotismo que apoyaba la guerra, reconoce sus errores y mantiene la Fe en un
porvenir dichoso y en paz para su patria.
Cuando
Kazuo Ishiguro recibió el Nobel, comenzó el debate sobre si ese premio era para
Japón o para Inglaterra, con esta hermosa novela está claro que su país de
origen tiene un excelente representante en el mundo, y debemos tener en cuenta
de que cuando se trata de arte y literatura no existen las fronteras. Las obras
de Ishiguro son para el mundo. Por supuesto que es notorio que su vida en
occidente lo ha convertido en un hombre carismático, y que traslada esa
cualidad a sus personajes; como comentario personal agrego que luce mucho más
guapo y simpático que Haruki Murakami XDD
De
seguro seguiré con la lectura del resto de sus novelas. Quiero leer “Nunca me abandones” ya vi la película y confío en que voy a encontrarme
con una excelente novela, por suerte, gracias a su trama podré anexarla a mi
próximo desafío de lectura.
Acerca del autor:
Kazuo Ishiguro nació en
Nagasaki en 1954. Su familia se trasladó a Inglaterra en 1960 y actualmente
reside en Londres. Está considerado uno de los mejores autores contemporáneos.
Su obra ha sido traducida a más de cuarenta idiomas. Es autor de siete novelas
y un libro de relatos llamado Nocturnos.
Su fama llegó a la masividad con el premio Nobel que le fue otorgado en 2017.
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