Si hay una forma de sentirse nuevamente un niño es con la Navidad; sin importar el valor de los regalos, al preparar la cena, al comer las golosinas propias de la celebración, y compartir en familia los especiales navideños de la televisión, todo eso nos remite con felicidad a la infancia.
¿ Y no es acaso lo mejor qué podemos hacer?
Debemos seguir conservando parte de la inocencia y la curiosidad de un niño. Permitir que la imaginación le gané siempre al tiempo, para que sigamos asombrándonos del mundo y apreciando las pequeñas maravillas que hay en él. De esa forma ser feliz no será tan difícil.
Una de las maneras en que me gusta compartir la magia de la Navidad es por medio de la literatura, gracias a muchos escritores, el espíritu de la Navidad, invade nuestro corazón en forma de cuentos. Autores cómo Bradbury, Chejov ,Andersen y tantos otros, le pusieron su sello a la festividad.
En el link podrás leer una selección personal de 12 cuentos y uno extra.
Mis mejores deseos para vos querido lector.
FELICES FIESTAS
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